Día de las Escuelas de Frontera
¿Cuándo se celebra?
El Día de las Escuelas de Frontera se celebra cada año el 14 de marzo. Es un día en el que se ensalza la importancia que tienen las escuelas de frontera creadas con el objetivo de que ningún niño argentino deje de acudir a clase cada día.Origen
El Día de las Escuelas de Frontera fue instituido por medio del Decreto Nº 1531 del Poder Ejecutivo Nacional, en conmemoración del día de aprobación de la ley 19.524, la cual fue sancionada el 14 de marzo de 1972 con el fin de proteger y desarrollar aquellas zonas de frontera.Escuelas de Frontera
Las escuelas de frontera son centros de enseñanza donde los niños argentino pueden acudir para aprender, ya que millones de niños se tienen grandes dificultades y distancia para poder acudir a las escuelas convencionales. Por este motivo se crearon las escuelas de frontera, para que ningún niño argentino viva donde viva pueda aprender.Además a las escuelas de frontera acuden niños y niñas argentinos en situaciones especiales como por ejemplo:
- Niños con problemas físicos.
- Niños que se encuentran hospitalizados.
- Niños con problemas socio-económicos.
Generalmente las escuelas de frontera cuentan con un maestro a cargo de todos los niños que acudan a ella, y es la persona que se encarga de la formación y aprendizaje de los niños: les enseña a leer, a escribir, a trabajar la tierra, a criar animales, etc. Generalmente los niños que acuden a las escuelas fronterizas tienen que quedarse en ella durante un largo tiempo puesto que las condiciones climáticas les impiden regresar a sus casas cada día.
¿Qué se hace?
El Día de las Escuelas de Frontera es un día de agradecimiento al esfuerzo que los maestros realizan cada día para enseñar a todos y cada uno de los niños que se encuentran en la escuela de frontera.La entrega de los maestros hacia los niños es total y absoluta. Comparten con ellos gran parte de su vida, hasta que crecen y pueden desempeñar un trabajo por ellos mismos. Las escuelas de frontera no podrían subsistir ni ser llevadas a cabo las tareas que allí se realizan si no fuera por la profunda vocación y el enorme cariño que los docentes tienen hacia los más pequeños.
Muchos padres de niños también participan y ayudan en todo lo que pueden para que las escuelas de frontera funcionen con todo lo necesario para enseñar y que los niños puedan desarrollarse lo mejor posible. Los padres suelen implicarse y aportar: comida, vestimenta, todos aquellos útiles necesarios para que los niños aprendan, etc.
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